Edificio R50, modelo de cohousing en Berlín.

El carácter fundamentalmente especulador del mercado inmobiliario y el creciente individualismo de nuestra sociedad está motivando la organización de grupos de personas que buscan proveerse de aquello que nadie les proporciona: unas viviendas donde la fuerza de la comunidad pueda ser aprovechada en todo su potencial.

Características definitorias de la organización en cohousing o vivienda colaborativa son: que sus socios se implican en el proyecto desde su inicio, el diseño de la edificación está orientado a propiciar el sentido de comunidad, parte del espacio edificado está destinado a uso comunitario y la gestión del lugar, e incluso parte de las tareas de mantenimiento, es asumida por los propios residentes.

Esta fórmula de habitación, de gran tradición en países como Dinamarca, donde se inventó en los años sesenta y se estima que un 8% de la población vive bajo su régimen, resulta una rareza fuera del norte de Europa y debe enfrentarse a las trabas que le pone una maquinaria absolutamente enfocada a la vivienda como negocio.

Un ejemplo de cohousing “de baja intensidad” podría ser éste en el pueblo italiano de Villorba, con la oficina de arquitectura Tamassociati, donde las casas mantienen una gran independencia pero están ubicadas en una parcela donde todo es comunitario, desde la gran pradera al edificio comunal, en el que se concentran las instalaciones y el espacio multiuso.

Comunidad Quattro Passi en Villorba, Italia.

Para quienes aspiran a otro nivel de integración con sus vecinos sería este edificio R50 en la ciudad de Berlín, diseñado por el estudio Heide & Von Beckerath, con unos balcones corredor que permiten el fluido transitar entre los apartamentos.

Edificio en cohousing R50 en Berlín.
Edificio en cohousing R50 en Berlín.

 

En España son muy escasas las experiencias, pero algo tenemos; como este proyecto en Madrid, de la cooperativa de vivienda Entrepatios, con el apoyo y guía de Lógica’eco y sAtt, que está buscando las 10 familias que le faltan para empezar la construcción de un edificio con los mejores criterios bioclimáticos y ecológicos, en un terreno que ya tienen reservado.

Y esta realidad, Trabensol, en el sector de las personas mayores, donde parece que la idea ha calado con más fuerza, probablemente por razones prosaicas como los ahorros y la necesidad de ayuda: una cooperativa de jubilados que decidió tomar las riendas de su futuro y se organizó con Equipo Bloque para diseñar y construir esta urbanización de 54 viviendas.

La historia me gusta tanto que no he sido capaz de escoger un único vídeo: enlazo dos, el primero relatando el proceso desde su inicio hasta su consecución material y el segundo mostrando a sus felices protagonistas en el uso y disfrute de su conquista.