Imagen frontal de la casa vertical de Muji en Tokio.

 

 

Para quienes no lo sepan, Muji es una marca japonesa que comercializa más de 8.000 objetos para la casa, el trabajo y el ocio, con el criterio de, como su mismo nombre indica en japonés (abreviatura de Mujirushi Ryohin), productos de calidad “sin marca”.

Los principios básicos con los que piensan sus productos son: diseño funcional y simple que elimina lo superfluo, el producto y su función es lo importante, buena calidad a precios razonables. Principios que suenan igual de bien para la arquitectura.

Como ya he contado anteriormente, el mercado de viviendas unifamiliares japonés vive enloquecido para nuestros estándares, “quemando” en 30 años lo que construye hoy; todo es nuevo y apenas hay segunda mano.

En ese contexto, Muji se ha planteado que la industrialización puede dar una excelente respuesta, ofreciendo un producto de calidad sin los quebraderos de cabeza de contratar arquitectas y constructores.

Ahora se dirigen al cliente urbano que necesita una solución para esos terrenos estrechísimos que se han ido produciendo por la infinita división de los originales, pero ya en el 2008 empezaron a comercializar dos casas prefabricadas con diseño del arquitecto japonés Kengo Kuma.

Como no podía ser de otra manera, la casa es estrecha y alta, 5.8 metros de ancho y 11.5 de profundidad, su estructura es de madera y sismo resistente, sus tres alturas son recorridas por una escalera central que va dando paso a las plantas a distinto nivel, adjudicando una altura distinta a cada espacio según su uso; nada de muros, privacidad la justa.

Muji ofrece 7 configuraciones para ajustar esta casa a diversas necesidades, como un posible negocio al frente o un dormitorio en planta baja para un familiar que no pudiera usar la escalera.

Kenya Hara, director creativo de Muji, nos explica la diferencia entre vacío y simplicidad. La simplicidad es una incorporación muy reciente a la creación de nuestro entorno, el concepto de vacío, sin embargo, está presente en una costumbre japonesa tan ancestral como la ceremonia del te: una vacuidad que enciende un amplio espectro de situaciones entre las personas o entre el individuo y el objeto. Este vacío es distinto de la simplicidad que fue descubierta por el Movimiento Moderno y parece que tras el constante contacto con otras culturas, volviéndose familiar, Japón ha creado una sensibilidad de la extrema sencillez liberada de estilos culturales.

La intención de Muji es aplicar en sus objetos la simplicidad como una forma de vacío, como una pregunta o como la propiedad de aquello que puede ser llenado de contenido. Nuestro contenido. Convencidos de que esta simplicidad puede ser más atractiva que el lujo.