Física del éter
A comienzos del año 2014 recibí una herencia inesperada: Luis, mi tío materno, había dejado entre sus últimas voluntades que los derechos de autor de su Teoría del éter dieléctrico me fueran transferidos; lo que mi tía Maruja cumplió con diligencia conmovedora, dada la tristeza del momento.
Luis Sanz Buj, mi tío, había dedicado muchas horas, muchos días, cantidades ingentes de trabajo e ilusión a esta teoría física que, aparentemente, consigue unificar los campos de fuerzas que tras un siglo de relatividad de Einstein siguen sin encontrarse en un modelo coherente.
Niño de la guerra, del bando represaliado, no pudo acceder a una carrera superior, pero con talento y un gran sentido del orden y la disciplina aprovechó los estudios técnicos de electrónica para desarrollarse profesionalmente en una empresa internacional del ramo, donde fue responsable de varias patentes, sobre todo en el campo de la incipiente fibra óptica.
Concilió los últimos años de su labor profesional con el comienzo de la construcción de su teoría pero tras una temprana jubilación ya todo fue entrega para un sueño que se iluminaba desde lo más alto por la figura incomparable de Isaac Newton.
El choque contra las puertas cerradas de un mundo académico al que no pertenecía fue durísimo, ni siquiera encontró quien le mostrara que estaba equivocado, y vivió sus últimos años mermado por una dolorosa frustración.
Yo fui probablemente, por estas cosas del destino, la única persona con la que pudo conversar con tranquilidad de su idea de éter, las explicaciones inexplicables de la relatividad general de Einstein, la emoción de haber encontrado una ecuación que parecía resolver muchas cuestiones a la vez… y también del pesar lacerante que le producía cada encuentro con un personaje relevante de la comunidad académica o científica.
A su muerte me encontré con 200 ejemplares de su libro autoeditado, una pequeña pila de manuscritos, la versión digitalizada del texto que mi hermana Clara le había ido transcribiendo en horas de trabajo robadas… y la tarea de redibujar digitalmente esos gráficos de eterones que lo llenan todo y se apiñan o repelen generando distintas densidades de lo que no se ve.
Sacando ratos de aquí y de allá conseguí culminar ese cometido, que como casi todos en esta vida resultó más laborioso de lo esperado, y finalmente puse su obra a disposición de la inmensidad de la red, con la fe de que algún día alguna persona inquieta se tope con ella, como quien encuentra el plano del tesoro en una botella en el océano: www.fisicadeleter.com
«En esta Física del Éter el lector podrá encontrar una versión nueva de los principios fundamentales de la Física, porque al considerar el importante papel que el éter tiene en los fenómenos más destacados de la Naturaleza, se puede dar una explicación novedosa y razonada de los campos gravitatorios, de los eléctricos y de los magnéticos, demostrando al mismo tiempo que todos los campos de fuerza son motivados por algún modo de alteración del éter, lo que permite establecer una teoría unificada que tanto se ha perseguido hasta nuestros días.»