Imagen publicitaria de la empresa de casas prefabricadas Techbuilt.

 

La prefabricación de la vivienda en los Estados Unidos surgió como una consecuencia lógica de su tradicional sistema de construcción con madera, que había ido evolucionando en ligereza y especialización hasta llegar a la venta de kits completos de piezas “precortadas” con los que se podía construir un modelo determinado de casa.

Plano de construcción de una casa de madera construida con sistema “balloon“.

 

Por ejemplo, dos grandes almacenes de Chicago pioneros en la venta por catálogo, allá por los últimos años del siglo XIX, Sears y Montgomery Ward, se iniciaron en los primeros del XX con productos que competían en ese sector.

Portada del catálogo de casas de Sears.
Imagen de una página del catálogo de Sears, con los accesorios para completar una de sus casas “precortadas”.

 

La Gran Depresión que sufrió Estados Unidos en los años 30 quebró o cambió casi todos los negocios, siendo tras la Segunda Guerra Mundial cuando nacieron o resurgieron las empresas dedicadas por primera vez a casas prefabricadas como las entendemos hoy en día.

Además de los casos más excepcionales por el material utilizado (la casa de acero esmaltado Lustron), lo visionario de la propuesta (la casa Dymaxion de Buckminster Fuller) o el prestigio del diseñador (los experimentos de Frank Lloyd Wright), coexistieron en ese momento de ilusión y crecimiento económico norteamericano unas cuantas empresas que desarrollaron de una forma u otra el ideal de producción en masa y abaratamiento de la vivienda, inspirado en la historia de éxito de los coches de Henry Ford.

Imagen de una casa Techbuilt terminada.
Material publicitario de una casa Techbuilt.
Imagen de la cadena de fabricación de la empresa Gunnison.
Instrucciones de montaje para una casa Homart.

Ya en los años 60 la cadena de almacenes por departamentos Macy’s probó suerte en el negocio con una urbanización vacacional de casas prefabricadas en una playa de Long Island que llamaron Leisurama.

Su prototipo se hizo accidentalmente famoso por ser el modelo (cortado longitudinalmente para que pudiera apreciarse mejor su interior) que Estados Unidos envió a la exposición internacional de Moscú de 1959, en la que Richard Nixon y Nikita Kruschev improvisaron frente a las cámaras una especie de competición de méritos de las sociedades que representaban.

Nixon incidió especialmente en el avance para la humanidad que suponían los electrodomésticos que para la ocasión se habían montado en la casa prefabricada y este momento pasó a la historia de la televisión como el “debate de cocina” (kitchen debate).