Imagen de la casa de lona de Albert Frey y Lawrence Kocher, 1932.

 

 

El período de entreguerras supuso una riquísima emigración de talento europeo hacia los Estados Unidos; sólo por mencionar la industria del cine, tenemos una larga lista de creadores que contribuyeron a la gloria de la época dorada de Hollywood: Fritz Lang, William Wyler, Billy Wilder, Fred Zinnemann, Otto Preminger, Michael Curtiz, Alfred Hitchcock, Douglas Sirk, Ernst Lubitsch…

En el campo de la arquitectura se produjo un trasvase de jóvenes formados en las ecuelas europeas excitadas con el movimiento moderno, creyentes en el valor político de la profesión y en su capacidad para cambiar la vida de las personas, que encontraron en la América del norte suelo fertil para desarrollar un nuevo producto entre dos mundos.

Uno de aquellos arquitectos fue Albert Frey, suizo de nacimiento, que tuvo oportunidad de vivir la modernidad trabajando en el estudio de Le Corbusier, y que terminó diseñando villas un punto sicalípticas en Palm Springs, al igual que Richard Neutra, otro emigrante europeo.

Imagen de la casa que Albert Frey proyectó para el famosísimo diseñador industrial Raymond Loewy en el desierto de Palm Springs.

 

Antes de aquello lo suyo fue experimentar con las ideas más frescas y radicales que traía en la cabeza; su casa de aluminio y la Lovell de Neutra fueron las únicas norteamericanas seleccionadas para la exposición de 1932 en el MOMA que sirvió de base para el libro fundacional de Philip Johnson y Henry Rusell Hitchcock, El estilo internacional.

La casa de aluminio fue levantada en 10 días de 1931 para la feria en la que el Empire State Building ganó la medalla de oro y está considerada la primera casa construida completamente en metal en los Estados Unidos: ya que, si bien Buckminster Fuller diseñó su Dymaxion en 1929, no fue hasta 1945 que consiguió construirla.

Imágenes de la Aluminaire House de Albert Frey.

 

A falta de éxito comercial, la casa se convirtió en un mecano protegido por la ley de patrimonio que ha ido dando tumbos entre propietarios hasta llegar al Instituto Tecnológico de Nueva York, que la tiene en su campus un poco como en la sección de objetos perdidos.

Estado actual de la Aluminaire House en el campus del Instituto Tecnológico de Nueva York.

 

Un par de años después de la casa de aluminio, en 1934, Albert Frey diseñó junto a su colega y socio Lawrence Kocher una casa de fin de semana para éste; una especie de homenaje en tela a la Villa Saboya, en cuyos detalles estuvo colaborando durante su estancia en París.

Frey había estado trabajando en prototipos para las granjas de subsistencia que se dieron en Estados Unidos durante los años de la Gran Depresión y de ahí tomaron las ideas para esta caja de madera forrada de lona; modesta pero hedonista, con su lugar bajo techo para el vehículo y su azotea para disfrutar de las estrellas.

Imágens de la Canvas House de Albert Frey.

 

La casa, aparentemente tan frágil, sobrevivió a un huracán en 1938 pero no fue capaz de sortear la demolición de un promotor inmobiliario a finales de los 50.