Captura de pantalla de la página de Muji con sus 3 prototipos de cabaña.

 

Parece que la marca Muji ha sentido la llamada de la cabaña, ese espacio donde apartarse del bullicio de los seres humanos y meditar.

O quizá más prosaicamente, la llamada de ese mercado de japoneses que comprarían una construcción mínima para poder disfrutar del fin de semana en un terrenito a las afueras de Tokio.

Avanzando en la trocha abierta con sus casas prefabricadas, ahora anuncia en una página con sonido ambiente de pájaros y agua de montaña 3 cabañas de 3 diseñadores.

 

Una del inglés Jasper Morrison, con baño y cocina, piso de tatami de inspiración japonesa, forrada de corcho y con un porche de madera que la rodea.

Imágenes de la cabaña del diseñador inglés Jasper Morrison para la marca Muji.

 

Otra del japonés Naoto Fukusawa, con un baño con minibañera que invita a un fin de semana hedonista, una cocina elemental de acero inoxidable y un techo a dos aguas de acero galvanizado que le da un aire a caricatura de casa.

Imágenes de la cabaña del diseñador japonés Naoto Fukusawa para la marca Muji.

 

Y una última del alemán Konstantin Grcic: un cubículo sin instalaciones, construido de paneles aislantes con aluminio por fuera y madera laminada por dentro, el mismo material con el que se construyen algunos camiones ligeros de mercancías.

De unas dimensiones al límite de la legislación japonesa para que no necesite permisos de construcción, es un objeto de fácil transporte que no pretende ser una vivienda sino un lugar.

Imágenes de la cabaña del diseñador alemán Konstantin Gric para la marca Muji.

 

Nótese la ausencia de arquitectos.

Algo querrá decir.