Imagen de la página web de Tumbleweed, empresa que diseña y fabrica casas mínimas sobre ruedas.

 

The tiny house movement es un fenómeno que aunque ampliamente documentado, incluso con artículos en español, no podía faltar en este blog y estaba esperando su turno.

Desde hace unos años se ha producido en Estados Unidos y Canadá un creciente interés por las casas mínimas, con frecuencia sobre ruedas, alcanzando una masa de seguidores suficiente como para ser denominado movimiento; lo que está siendo atendido por medios de comunicación como The New York Times, National Geographic o la Radio Pública norteamericana y ha llevado a varias cadenas de televisión a tener programas dedicados a sus productos y sus gentes.

Viviendas mínimas que resumen en muy pocos metros las necesidades materiales de habitar, sortean las normativas constructivas y buscan un contacto directo con la naturaleza, a veces creyéndose una caravana.

El fenómeno es muy norteamericano, con un importante aroma a naturalismo de Thoreau e incluso condicionado por la estética “casita de cuento en las montañas” de uno de sus pioneros, Jaf Shafer, pero los motivos que lo alimentan pueden ser comunes a todas nuestras sociedades occidentales.

Por ejemplo, la necesidad urgente de zafarse de alguna forma del inhumano mercado inmobiliario y el deseo de simplificar una vida que se nos ha llenado de cosas, amenazando con enterrarnos debajo de ellas.